Cualquier transacción inmobiliaria en Luxemburgo requiere la presentación de un Certificado de Eficiencia Energética – CPE o pasaporte energético que acredite la calidad energética de un inmueble.
Al vender un inmueble, el vendedor debe proporcionar al comprador un pasaporte energético que demuestre su rendimiento energético.
¿Cuándo es obligatorio el EPC?
El certificado de eficiencia energética es obligatorio desde el reglamento granducal del 30 de noviembre de 2007. Se requiere para la venta, transformación, ampliación o construcción de una vivienda. Incluso en caso de alquiler, el propietario debe proporcionar el certificado de eficiencia energética al inquilino.
El EPC tiene una validez de 10 años y se transmite de propietario a propietario.
En caso de que las obras de renovación y mejora afecten a la eficiencia energética del edificio, es aconsejable realizar un nuevo certificado de eficiencia energética, que será útil en caso de reventa del inmueble. El valor de su propiedad depende de ello. El PBS es sólo para fines informativos. Sea cual sea el rendimiento energético calculado de un edificio, no hay obligación de renovarlo para mejorar su rendimiento energético. No obstante, el gobierno luxemburgués ofrece ayudas financieras para la renovación de viviendas, especialmente para mejorar la eficiencia energética.
El EPC calcula la eficiencia energética de un edificio
El certificado de eficiencia energética es más conocido como pasaporte energético. Realizado por profesionales certificados, el EPC define el consumo de energía de un edificio o vivienda según normas muy precisas. El documento de 5 páginas identifica 3 elementos principales:
el índice de gasto de energía primaria calculado por la clase de rendimiento energético
la clase de aislamiento térmico correspondiente al índice de necesidad de calor de la vivienda
Las emisiones de CO2 se reflejan en la clase de rendimiento energético.
Cada clasificación se califica de la A a la I.
La calificaciónA es la mejor y corresponde a las denominadas casas pasivas, la calificación B es la de las casas de bajo consumo y la C la de las casas energéticamente eficientes. La clase I es la más baja.
Desde 2017, todos los edificios nuevos de Luxemburgo deben cumplir una calificación AAA.